Euskalbaba

2006/10/10

La Revolución del Bulling (y II)

Cuando la verdad sea demasiado débil

para defenderse tendrá que pasar al ataque.
B. Brecht


Navegaba con buen viento por ahí, cuando me topé, casi sin quererlo, con este vendabal chileno, que fue como ver las llamas desde lejos. Avanza el incendio, aunque aún nos parezca lejano, y no sabemos cómo detenerlo. Cosa de los vientos... Observen la carita de esos adolescentes... De secundaria! según dicen. Que viene a ser entre los once y los quince. Añito arriba, añito abajo. ¿Lo entienden ahora? Pasen y Vean!






Estos pequeños chilenos han conseguido hacer perder los papeles a los mismísimos guardianes del calabozo. Aún desorganizados, aún caóticos en sus formas, los escolares -porque no es cosa de juventud divinotesoro, sino de escolarización perpétua- empiezan a probar sus fuerzas y sus estrategias de una manera casi expontánea. Algunos se empeñan siempre en atribuir los disturbios a "manos negras", con o sin papeles, que al parecer no se pierden una sola manifa y siempre la dirigen hacia el acto vandálico callejero: los barrios de París, los estudiantes de Chile, los "chicos de la gasolinia" -Xabino Arzallus dixit- en Euskal Herria, los homeless sin vivienda digna, los record guinnes del macrobotellón, etc. etc.

Sentimos el aliento caliente del incendio en nuestras nucas y no sabemos por dónde nos da el aire. Mientras los antipedagógicos comienzan a organizar su resistencia -ya saben que les van a quemar los palacios-, los abogados se frotan los bolsillos, las farmaceúticas -no ellas, sino sus suministradores- se atiborran a pastillas y los sicólogos sacan punta a sus higos... lápices! perdón, quise decir lápices... Mientras unos hacen caja común de la causa, otros, como las instituciones, los padres y las madres -como si ahora ya se encargaran los dos de sus hijos...-, las opiniones públicas, las personales y las cualificadas, los profesionales, los consejos y la iglesia -que ya se que queda rara ahí dicha, pero es que le va la marcha-... todos juntos, digo, haciendo leña del árbol caído, dentro de la chimenea.
Los planes para la convivencia escolar, pronto pasarán a ser los diagnósticos psiquiátricos para la pacificación mental. De las pirulas para hiperactivos y demás cerebelos rotos, pasaremos a los bedeles de discoteca y detectores de piercing. Luego vendrá la extirpación prenatal de los genes coñazo y, al final, tendremos un mundo hermoso donde los niños se amarán con ternura y los adultos no volveremos a sufrir sus crueles guerras.

Total, que este cuento se ha acabado...

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

tu forma de escribir es muy farragosa..me cuesta llegar a la idea central de tu opinion.y mira que el tema me interesa..

13/11/06  

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